Extracto del artículo "Refugio contra estigmas" del periodista Danny Brenes para el periódico La Nación, publicado el 1ero de Febrero 2015.


Entre 1812 y 1819, el genial Francisco de Goya pintó un óleo sobre tabla de pequeño formato que tituló La casa de los locos .


En él, el legendario pintor y grabador español mostraba un cuarto de paupérrimas condiciones —oscuro y desaseado: hostil—, lleno de hombres desnudos y semidesnudos quienes, tirados en el piso o recostados los unos contra los otros, parecen sufrir un abandono total. Desde la perspectiva del pincel, Goya muestra a estos hombres apiñados en un extremo de la habitación con pinta de celda carcelaria, lo que maximiza la sensación de distancia: por allá están los dementes.


Pocas obras pictóricas consiguen transmitir con mayor precisión la idea generalizada de manicomio que, a la fecha, todavía se cierne en torno a los hospitales psiquiátricos. No es secreto: cuando decimos psiquiatría, pensamos en encierro, en violencia, en la casa de los locos, en el pincel de Goya.


De estar vivo, a Francisco de Goya habría que llevarlo a dar una vuelta al Chacón Paut.

Al norte de Tres Ríos, las montañas son tan verdes que embrujan: uno olvida que está, todavía, en la Gran Área Metropolitana. Casi en la cima de una de ellas, se encuentra el Hospital Chacón Paut, uno dos hospitales especializados en atención psiquiátrica en Costa Rica.

Tras abrir sus puertas originalmente en 1950, la institución es hoy un refugio y un centro de entrenamiento; un lugar de aire puro y grandes campos verdes, abiertos y sin restricciones internas. Algo así como la antítesis de un manicomio.

Aquí llegan las personas que, por las razones que sean, no tienen las herramientas para lidiar con las situaciones comunes de la vida en sociedad.

Afectados por diversas discapacidades mentales, vienen aquí a aprender cómo lidiar con la frustración, con el miedo, con la pérdida, con el dolor. Es decir, a lidiar con los mismos problemas que usted o yo.

Tras muchos años de prácticas anticuadas y poco efectivas en la recuperación de la salud mental, el Chacón Paut hoy realiza un esfuerzo por cambiar el paradigma de la psiquiatría convencional; su intención es brindar a los internos una atención integral que les valide como seres humanos.

Las actividades que organiza Terapia Ocupacional son diversas: desde pequeños trabajos manuales hasta juegos y cantos; estas prácticas funcionan como entrenamiento de cara a la realización de actividades que en la vida en sociedad son básicas y elementales y facilitar, así, la eventual reintegración de los usuarios a sus hogares respectivos.

Al día de hoy, la población de usuarios del hospital Chacón Paut ronda las 150 personas, todos adultos: la institución no brinda atención a niños o adolescentes. El número de personas que forman parte del equipo —incluyendo médicos, terapeutas, psicólogos, enfermeros, personal administrativo y demás— de la institución llega a los 250, aproximadamente.

Hoy no se habla de locos, de dementes, de presos; ni siquiera de pacientes: en el Chacón Paut se ha difundido la práctica de llamar a las personas usuarios, como una forma de mantener una práctica psiquiátrica horizontal 

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